Si a alguien le preguntan qué es la respuesta sensorial meridiana autónoma (ASMR, por sus siglas en inglés) seguramente se quedará en blanco.
“Es una sensación agradable, como un hormigueo que se desplaza sobre el cuero cabelludo o en otras partes del cuerpo, en respuesta a estímulos auditivos, visuales u olfativos”. O, por lo menos, así lo describe la periodista Stephanie Fairyington en un artículo del New York Times.
Si buscas en YouTube vídeos con la etiqueta ASMR, aparecen mujeres susurrando, doblando toallas, realizando movimientos con los dedos, desenvolviendo un regalo o realizando cualquier tarea de forma repetitiva produciendo satisfacción en quienes son adeptos.